Con el paso de los años, el aspecto de nuestros cuchillos cambia. Se ennegrecen los metales, cambia el estado de los cuernos, el hueso se amarillea... El novel amigo Jonathan, desde el centro de la isla, nos hace llegar uno de los cuchillos de su colección, del cual se siente más orgulloso. Pese a su juventud, 23 años, es otro de los apasionados empedernidos de los cuchillos de nuestra isla. Tiene una pequeña colección, no por ello menos importante, ya que posee ejemplares bastante antiguos. Éste es uno de esos casos, un cuchillo de cabo de piezas , y como indicaba al comienzo de este párrafo, se aprecia el paso del tiempo en sus materiales, aún habiedosele cambiado la hoja, ya que el cuchillero, al volver a montar el cabo, lo vuelve a lijar y con ello minimiza o elimina parte de estos rasgos.La pieza central, en hueso, se me antoja preciosa en esa tonalidad amarillosa. Es un cuchillo precioso con incrustaciones metálicas en latón y níquel. Los casquillos, en latón.
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