Quería, con este cuchillo, crear un cabo algo especial. Que fuera muy llamativa la pieza central y que ninguna otra pieza le quitara el protagonismo. Para ello empleé el enrejado típico de un cuchillo cumbrero, que en sí son muy llamativas, pero que en conjunto, no se llevaba las primeras miradas. Si le hacía ajedrezados u otro tipo de piezas, ésto no se hubiera cumplido. La razón se ve a simple vista, una pieza de cuerno negro decorada con 3 de los motivos más representativos de la cultura canaria: pintadera, timple y como no, el cuchillo canario. Ésta pieza consta de 4 pintaderas triangulares en dorado(latón) y negro, separadas por 2 cuchillos canarios igualmente en latón(aunque no se aprecie en la foto, están decorados sus cabos, con casquillos burilados y 5 piezas, de las cuales tres emulan incrustaciones)y 2 timples, también en este metal amarillo(los decoré con sus detalles tales como puente, cuerdas...). Como siempre digo, como mejor se aprecia un cuchillo es en la mano y si puede ser, a la luz de un bien día soleado. La hoja, de mi autoría, es de las más que me gustan, acabadas en una punta muy acentuada desde el colchón y una barbilla también muy prominente y bastante retrasada. Por cierto, es de 15 cms. la hoja.
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