¿Quién no ha oído hablar del tristemente desaparecido cuchillero guiense D. Rafael Torres Osorio?. Descendiente de artesanos herreros y ascendente de uno de los mejores cuchilleros que actualmente fabrican estas maravillas de nuestra cultura canaria, D. Francisco Torres, naturales de Sta. María de Guía. Este es uno de sus cuchillos, que pueden apreciar en la colección de objetos etnográficos que ha recopilado la
Un cuchillo con mucho trabajo, y además, un trabajo muy bien hecho. Es claramente un cuchillo típico de flores con nada más y nada menos que ocho ajedrezados en miniatura con una característica peculiar, los cuadritos blancos están a su vez incrustados con láminas negras, algo que no había visto empleado por otros cuchilleros. El cabo está distribuido en tres piezas principales la central, empleando para ello cuerno negro, y dos de color marrón en los extremos, que coinciden con las tres piezas más gruesas. para estas dos últimas piezas, el artesano ha utilizado un material sintético, ya que claramente no es cuerno. Estas piezas están custodiadas por ambos lados por los miniajedrezados y separadas estas tres combinaciones por piezas de color crema, que juraría que es marfil. Las flores de la pieza central está formada por cuatro pétalos y cuatro puntos blancos alrededor de otro central y separadas unas de otras por rombos de este mismo color atravesados por líneas perpendiculares negras. Esto se repite en las piezas marrones, pero las flores se diferencian en el tamaño(estas más pequeñas), en color(estas con pétalos verdes y blancos) y en forma(esta con pétalos circulares pequeños y pegados, con forma de magarza. Los casquillos y las arandelas metálicas separadoras son de alpaca. La hoja es de acero inoxidable. Un cuchillo precioso.
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