Saben todos ustedes, que en este espacio digital, no solo muestro mis trabajos, los trabajos de los
artesanos cuchilleros consolidados, sino también los de aquellos
noveles cuchilleros que han decidido realizar este magnífica variedad
cuchillil, que con ello contribuyen a que esta tradición artesanal no se pierda, al contrario. Éste es el caso del amigo Simón, de Santa Lucía de
Tirajana, ya tratado en temas anteriores, que nos muestra su último trabajo. Un cuchillo que por los
ajedrezados, lo podríamos clasificar dentro de los de flores, pero del estilo de los cuchillos con motivos aborígenes.
Picar sobre la foto para agrandar
De los múltiples cuchillos que he podido observar, muy pocos se parecen a este. Aunque la fotografía no es muy buena, se puede observar que carece de incrustaciones. Esto lo comparte con muchos otros cuchillos que he mostrado en el blog y otros tantos que no se han mostrado. Pero la característica primordial que muestra este cuchillo del agricultor y ganadero, Antonio Mendoza G., de Los Quintana en Gáldar, es que está conformado por muchas piezas de distintos materiales, algo común en los cuchillos de cumbre, que suelen tener por encima de 25 arandelas de cuernos de diversos colores, hueso... En este caso, no es que haya perdido las incrustaciones, sino que el artesano renunció a ello por algún motivo. Yo diría que sola la variedad de tonos de color del cabo era suficiente para dejarlo así. Este cabo tiene nada más y nada menos que 29 arandelas de cuernos negros, rubios y blancos, además de otras de un blanco más claro que podría ser marfil o hueso. Tiene una hoja de corte de 19 cms. de acero al carbono.
