
Bajo encargo, tras ver uno de mis cuchillos de cabo de hueso, un cliente me pidió un cuchillo similar al que había fabricado(entrada 240) pero con algunos cambios. Yo soy de la opinión de que cada propietario debe tener un cuchillo canario que se adapte a sus características personales, y no al revés, que el propietario se adapte al cuchillo. En este caso, casi la totalidad del diseño era similar, con la diferencia que una de las piezas con incrustaciones transversales, las quería oblícuas y en latón. Además, los casquillos también los quería en este mismo metal amarillo. La hoja, de acero al carbono de 20 cms. con el pete más grueso. Lo importante y lo que me regocija, es que el cliente haya salido contento y que el cuchillo haya cumplido con sus espectativas. El propietario es Javier D. S., natural de Las Palmas de Gran Canaria. Elaborado a principios de octubre del presente año.
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