martes, 3 de julio de 2012
cuchillo nº 345
Todo empezó en una mañana de fragua. Una hermosa hoja de 20 cms. se iba presentando, con una espiga gruesa, fuerte, irrompible, una barbilla bastante pronunciada, como me gusta a mí. Dije al darle los últimos toques, -Esta se merece un cabo cumbrero. Y así lo hice, empleé enteramente cuerno negro de macho y cabra, casquillos en metal amarillo, al igual que esas arandelas separadoras y los puntos decorativos, y las incrusté en metal blanco, para darle resalte. El diseño, nuevamente, inédito, estilo de la casa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario