miércoles, 26 de febrero de 2014
cuchillo nº 522
Siguiendo con mi afan de recuperar aquellos ejemplares antiguos de nuestros cabo de piezas, les muestro otra antiquísima pieza, que por desgracia o fortuna, se encuentra fuera de nuestras fronteras isleñas. Desgracia, por no poder disfrutar de ella en vivo, tocarla, olerla, admirarla, embelesarse; y por fortuna, porque ha caído en manos de un coleccionista que ha sabido conservarla, mantenerla y valorarla, y sobre todo, no usarla para que llegue hasta nuestros tiempos en este inmejorable estado.
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