Mi primer cuchillo de cumbre, ese tipo de cabos de cuchillos canarios que se caracterizan por llevar muchas piezas incrustadas en diversos metales y multitud de filigranas. En principio, cuando empecé a hacer cuchillos, supongo que por la dificultad que presentaba hacer este tipo de cuchillos, no me gustaban mucho, ni siquiera, los que había visto en vivo y en fotos, prefería los dibujos de los cuchillos de costa porque se apreciaban más claramente. Pero desde que hice éste, me he enamorado de ellos. Éste en particular, está compuesto por 24 piezas. Normalmente y por regla general, los cuchillos canarios se caracterizan por llevar piezas impares, debido a que se montan con una pieza central, pero hay excepciones que confirman la regla, y ya mostraré algunos de cuchilleros excelentes más adelante. Éste es otro de estos casos, y creo que el resultado es satisfactorio, ustedes lo pueden valorar dando comentarios. Es un cuchillo con una hoja en acero al carbono elaborado por la herrería de Barrial, de 19 cms. de largo. El cabo, de 9,5 cms de largo, está elaborado enteramente en cuerno de macho cabrío y cabra, de diversas tonalidades, desde el rubio al negro, pasando por otras tonalidades de rubio más oscuro y con betas. Las incrustaciones son en aluminio, para todas las piezas a excepción de las que llevan embutidos diagonales, que son de latón y con muy poco espacio entre ellos. Los casquillos elaborados en latón y siempre de forma artesanal, soldados y rellenos de madera. En todos mis cuchillos, suelo poner 5 rayas en los casquillos, dos a cada extremo del casquillo, más una central, pero en este caso decidí darle más protagonismo a los casquillos con más marcas. Elaborado en mayo de 2010, motivado por llevar a una muestra taller de cuchillos canarios que hice en mi colegio, como mínimo un cuchillo de cada tipo de cabo; de costa, de flores, de puntas y de cumbre. Aún no tiene dueño.
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